Todas las familias tenemos estilos de vida diferentes y esto se traduce en las opciones de cada cual al momento de elegir cuando y cuanto tiempo tomarse para hacer sus viajes a EUROPA EN FAMILIA . Afortunadamente cada destino y cada estación del año ofrecen ambientes y experiencias diferentes.
Nosotros con 2 hijos en edad escolar decimos que el calendario para viajar en familia se divide en dos temporadas:
- Temporada Posible (la que coincide con las vacaciones escolares: desde mediados de junio a principios de agosto, de mediados de diciembre a mediados de enero, semana santa y receso escolar de 1 semana en octubre) y,
- Temporada Imposible (el resto del año).
Cada una tiene sus pros y sus contras e independientemente de cuándo viajamos siempre nos topamos con gente turisteando a la par.
Aquí les compartimos experiencias y aprendizajes de + de 8 años ininterrumpidos viajando juntos los 4 por el mundo.
ACERCA DE LA TEMPORADA ALTA
Saber elegir para disfrutar las noches de verano en los viajes a Europa en Familia.
Hemos descubierto que los destinos turísticos más populares y repletos que hemos visitado en familia siempre tienen ciudades o pueblitos cercanos de muy buen presupuesto y que se desocupan en las noches cuando las multitudes se marchan y son disfrutables para una buena comida complementada con las más refrescantes caminatas nocturnas. Por ejemplo en Europa nos ha ido muy bien quedándonos en ciudades pequeñas como San Gimignano y Poggibonsi (cerca de Florencia), Capri (cerca de Nápoles), San Marino (cerca de las grandes playas italianas), Antibes (cerca de Niza y Cannes en la Costa Azul), La Ciotat (cerca de Marsella), VARENNA (cerca de Bellagio) y Treviso (cerca de Venecia).
Debido a que estos pueblos pequeños carecen normalmente de hoteles lo suficientemente grandes para grupos turísticos y suelen ser inaccesibles para los grandes autobuses en el peor de los casos sufren de aglomeraciones al mediodía. Nos ha ido muy bien en cuestiones de presupuesto, alojamiento e incluso con parqueaderos en sitio.
No temerle a Julio y Agosto en Europa.
Aunque la afluencia turística en Europa suele tener una curva en forma de campana que alcanza su punto álgido en julio y agosto, hemos aprendido un par de cosas. Por ejemplo, París, Milán y ROMA están relativamente vacías en julio y agosto, pero llenas en junio y septiembre con motivo de convenciones y ferias.
En gran parte de Europa (sobre todo en Italia y Francia), las ciudades cierran parcialmente en julio y agosto, cuando los locales toman sus vacaciones de verano hacia destinos de playa. Nosotros solo oíamos cuando nos decían que eran los peores meses para viajar, pero en realidad no es para tanto. Obviamente hay mucho turista que viene de América y Asia pero nada que impida disfrutar, conocer y viajar. Eso sí, sean precavidos de no entrar o salir por carretera de las grandes ciudades cerca a los días 1 y 14 tanto en Julio como en Agosto porque es cuando empiezan y terminan las vacaciones de los locales lo que vuelve un caos las vías de acceso a las ciudades. Por lo mismo que no vale la pena tratar de buscar un huequito en las atiborradas playas de Europa en agosto.
ACERCA DE LA TEMPORADA BAJA
Consideren la posibilidad de viajar en la denominada temporada baja (de noviembre a marzo) especialmente en noviembre, a principios de diciembre, febrero y marzo.
Vayan preparados para cualquier tipo de clima.
El tiempo puede ser miserable: frío, viento y llovizna, y de pronto empeorar.
El frío es más intenso cuando se está al aire libre intentando disfrutar todo el día pero aún así en los países del norte del hemisferio, a mediados de noviembre, las hojas de los árboles cambian de colores y los paisajes son espectaculares, ideales para disfrutar paseos en carro o en tren.
Viajes a Europa en Familia. Días cortos
En gran parte de Europa y América del Norte los días de invierno son cortos y a las 5 de la tarde ya ha oscurecido por lo que un buen consejo es levantarse temprano y aprovechar al máximo las horas de luz.
Algunos monumentos cierran por completo fuera de temporada, y la mayoría tienen un horario más reducido, en el que la puesta de sol suele determinar la hora de cierre.
Hacer turismo en invierno está bien en las grandes ciudades, que bullen todo el año, pero es más frustrante en las pequeñas localidades turísticas, que pueden resultar aburridamente tranquilas, con muchos monumentos y restaurantes cerrados.
Las oficinas de información turística suelen permanecer abiertas todo el año, pero tienen un horario más reducido en invierno.
Mejor para el presupuesto.
Pagarán menos (la mayoría de las veces). Los PASAJES AEREOS suelen ser cientos de dólares más baratos. Al haber menos gente en Europa por ejemplo, podrán conseguir excelente ubicación de alojamientos por menos dinero. Incluso son muchos los hoteles de lujo que bajan sus precios, y los económicos tienen mucha más disponibilidad. Sin embargo, tengan en cuenta los centros de negocios de las grandes ciudades (Milán, Berlín, Bruselas) que son más concurridos por viajeros corporativos haciendo estos destinos incluso más caros que en temporada alta.