La riviera francesa en Otoño: características

Èze es un pueblo medieval milenario situado en uno de los lugares más encantadores de la Costa Azul, donde podrán disfrutar de una vista de cuento de hadas de la Riviera Francesa. Entre Mónaco y Niza, este pueblo es famoso por sus espectaculares vistas, su impresionante arquitectura y su asombrosa situación geográfica.  Èze está situado en un alto acantilado a 1.401 pies sobre el nivel del mar. Por ello, se la ha descrito como un “nido de águilas”.

Les recomendamos que entren por una de sus puertas fortificadas del siglo XIV, suban los escalones de roca y las estrechas calles peatonales entre casas antiguas hasta llegar a la cima del pueblo con su jardín tropical, repleto de cactus, flores y las mejores vistas.

El pequeño principado de Mónaco incluye Montecarlo, famoso por su casino. Parqueen cerca del Casino de Montecarlo, bajen hasta el puerto y suban por senderos bien mantenidos hasta el casco antiguo de Mónaco y el palacio fortaleza donde reside el príncipe Raniero. Paseen por las calles del casco antiguo y regresen a Montecarlo para ir a una cena-espectáculo y probar suerte en las mesas de juego en el casino de Montecarlo. Todo esto les costará unos cuantos dólares, pero vestirse elegante y codearse con los grandes apostadores es algo que nunca olvidarán.

Aunque en octubre hay menos turistas, el tiempo sigue siendo agradable en Niza y los precios de los hoteles son muy razonables. Además, es la última oportunidad de pasar un buen rato en la playa en una tarde calurosa.

El encanto de Niza reside en que es antigua y auténtica, no está hecha sólo para turistas. Desde la Place y el Espace Massena, en el centro de la vieja Niza, se puede caminar hasta la famosa playa con su Promenade des Anglais.  La larga playa de guijarros ofrece vistas a la fortaleza del Castillo, de origen griego y romano. Vuelvan sobre sus pasos más allá de la Place Massena para adentrarse en las antiguas calles de la propia Niza, repletas de mercados de flores y pescado y la renovada zona peatonal repleta de tiendas.

Antibes

Antibes es realmente pintoresca y exótica. Situado en una península, su pequeño puerto está atestado tanto de lujosos yates como de pequeñas barcas de pesca. Las callejuelas empedradas suben y bajan por un terreno moderadamente accidentado. Todas las calles conducen a la plaza del mercado principal, repleta de artesanos y concurridos cafés hasta bien entrada la noche. El Musee Grimaldi alberga una excelente colección de Picasso en el lugar donde Picasso se alojó y trabajó.

Para algunos, otoño es la época del año más encantadora para estar en la costa. Con las hojas rojas de los árboles, el resplandor dorado de la maleza y esas puestas de sol que tiñen el mundo de rosa y púrpura, puede que Antibes esté en su mejor momento. Todavía hay mucho que hacer en la Costa Azul en octubre. El verano ha llegado a su fin. Los días son más cortos y por las tardes refresca el ambiente. Las noches de cenas al aire libre tienen los días contados. Las temperaturas medias oscilan entre los 12ºC de mínima por la noche y los 21ºC de máxima durante el día. Tiende a ser húmedo, así que llévese un chubasquero para evitar empaparse cuando se formen nubes de lluvia. El sol sale sobre las 07:45 y se pone sobre las 18:45. La temperatura del mar ha bajado a una media de 20ºC.